miércoles, 12 de octubre de 2011

A flor de piel

Debo admitir que, de las diferentes formas de modificación corporal extremas, esta es la que más me llama la atención, y la única que seriamente consideraría hacerme. La aplicación de implantes de silicona en el cuerpo se hace de modo subdermal o transdermal con motivos de decoración. Después de insertar el implante, la figura de éste genera un relieve en la piel que, he de confesar, tengo mucha curiosidad de llegar a tocar algún día.






Ahora pasemos a la escarificación. Este es el tipo de modificación que nunca, repito NUNCA me haría. No sé como pueden soportar el dolor. Bueno, sí sé. Dentro de las tribus indígenas, mastican diferentes plantas para disminuir las sensaciones; supongo yo que los miembros de las tribus urbanas hacen un poco de lo mismo. Plantas... u otras sustancias. Tal vez sea la práctica más sanguinolenta, gracias a los cortes que se hacen para producir las escaras y cicatrices. El volúmen de éstas depende tanto del tipo de cicatrización en la piel del individuo como a si se usan diversas sustancias para que se 'inflen'.







Este tipo de transformación en la piel me llevó a querer experimentar con pieles animales, cuero que asemejara la piel desnuda de un humano que ha pasado por estos procesos de modificación corporal. Encontré varios ejemplos de formas de grabar y moldear la piel para que se adaptara al cuerpo.




Lo más curioso que encontré, fue una especie de prenda interior, para hacer creer que a uno 'se le ve la rayita'.


Después de la investigación, decidí ponerme a experimentar, y finalmente llegué a hacer una transformación al estilo de gofrado. Humedeciendo la piel con alcohol y ejerciendo presión con moldes, pude generar una textura que remite al volúmen que se hace gracias a los implantes.





¡Ahora hay implantes de flores en la piel!

Habrá que esperar un poco más para la prenda terminada, porque coser la piel no es muy fácil que digamos. ¡Pronto esperen fotos!

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