Ubiquémonos en los años 20's.
El circo ha llegado a la ciudad, con sus luces y sus colores brillantes. Pero no es eso lo que atrae a los espectadores que asisten entusiasmados a la carpa. Son en realidad las estrellas del circo, los fenómenos, quienes sirven de imán para los curiosos.
Entre ellos, viaja la dama tatuada. No hay un centímetro en su piel que no se encuentre marcado con tinta. Del cuello a los pies, intrincados diseños se extienden, cada uno con un significado especial. Ella narra su historia, pero incluso los dibujos sobre su cuerpo hablan por sí mismos. Que fue su padre, que fue su amante quien la tatuó. A pesar de que asegura que fue una tortura, puedes ver en su rostro el orgullo que la embarga al pensar en cada uno de los tatuajes que la cubren.
Entre las damas tatuadas más famosas entontramos a:
Lo que llama la atención de estas mujeres, es que a pesar de ser llamadas fenómenos por la sociedad que las rodeaba, éstas eran bastante femeninas y vestían con elegancia. Las perlas, el encaje y los tatuajes convivían armoniozamente sobre el lienzo que les tocaba compartir.
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